Orgullo y Prejuicio narra las aventuras y desventuras amorosas de las hermanas Bennet, centrándose en el personaje de Elizabeth, a través de las cuales la autora nos presenta con comicidad la sociedad de su tiempo y coloca a la mujer en un lugar más notorio que el que le correspondía en su época con la figura de la protagonista.
La
singular relación que se da entre Lizzy y Darcy es sin duda el mayor atractivo
de la obra, ya que el lector se ve atraído durante todo el relato por ésta, que
pasa por fases muy dispares hasta llegar por fin a la aceptación del amor por
parte de los dos. A pesar de que muchos consideran romántica la historia que
nos plantea Austen, la autora parece alejarse del prototipo de narración
amorosa que se acostumbraba a dar. Los protagonistas tropiezan, cometen
errores. Es más bien una visión realista de lo que puede llegar a ser un
romance entre dos personas, donde quizá las cosas no lleguen a salir siempre
como deseamos.
Por
lo que respecta a la parte de sátira de la novela, Jane Austen utiliza como
recurso indispensable la ironía; la caracterización de sus personajes y de la
época en general está plagada de agudos comentarios de la escritora, que
acostumbra a ridiculizar los aspectos frívolos de la sociedad en la que vive.
El patetismo de muchos de sus personajes da el toque cómico a la obra, hecho
que contrarresta el tono más formal que se da al relato de los romances. Un
ejemplo claro lo vemos en los padres de la protagonista: la señora Bennet, una
"mujer de escasa inteligencia, pocos conocimientos y humor voluble";
y el señor Bennet, una extraña mezcla de "vivo ingenio, humor sarcástico,
reserva y extravagancia". La particular relación de dos personajes tan diferentes
origina divertidas situaciones familiares que amenizan la lectura y hacen que
la obra sea algo más que una simple historia de entresijos amorosos.
Centrar
su obra en un mundo limitado, el que ella conocía, ha sido criticado, pero esto
unido a la precisión de Austen al describir nos permite percibir casi a la
perfección el entorno de sus personajes, e incluso también a los mismos, que
aparecen sujetos a un retrato que nos hace conocerlos con exactitud.
Por
otra parte, el personaje de Elizabeth es bastante inverosímil para el contexto
que se nos describe. Lejos de parecerse al resto de mujeres de la obra, que se
muestran superficiales, ignorantes e incluso pueriles, Lizzy es inteligente,
racional a la vez que algo romántica, pero también inconformista. Su visión de
la vida se puede considerar muy moderna, reflejo del pensamiento de Austen que,
al igual que ella, vivió un romance que no cuajó por problemas económicos y no
estuvo dispuesta a casarse con un hombre del que no estaba enamorada. Sin
embargo, para Elizabeth las cosas acaban mucho mejor que para la autora, que no
vio buen fin a su vida amorosa.
En
conclusión, Austen nos proporciona una obra entretenida e interesante en todos
sus aspectos, y dotada de una modernidad y de un toque de feminismo inusuales
en la Inglaterra de la autora.
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No se puede descargar el de Austen.
ResponderBorrarYa lo hemos reparado. ;)
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