Los derechos humanos de las
mujeres y la igualdad de género
La igualdad de género está
en el centro mismo de los derechos humanos y los valores de las Naciones
Unidas. Un principio fundamental de la Carta de las Naciones Unidas, aprobada
por los dirigentes del mundo en 1945, es “derechos iguales para hombres y
mujeres” y la protección y el fomento de los derechos humanos de las mujeres
como responsabilidad de todos los Estados.
Sin embargo, millones de mujeres del mundo entero siguen siendo víctimas de la discriminación:
- Las leyes y las políticas prohíben a las mujeres el acceso a la tierra, la propiedad y la vivienda, en términos de igualdad.
- La discriminación económica y social se traduce en opciones vitales más reducidas y más pobres para las mujeres, lo que las hace más vulnerables a la trata de personas.
- La violencia de género afecta por lo menos al 30% de las mujeres del mundo.
- A las mujeres se les niegan sus derechos a la salud sexual y reproductiva.
- Las defensoras de los derechos humanos son relegadas al ostracismo por sus comunidades, que las consideran una amenaza a la religión, el honor o la cultura.
- La función esencial que las mujeres desempeñan en la paz y la seguridad suele pasarse por alto, así como los peligros específicos que afrontan en las situaciones de conflicto.
Además, algunos grupos de
mujeres se enfrentan a modalidades complejas de discriminación –debidas a
factores tales como la edad, la etnia, la discapacidad o la condición
socioeconómica — que se añaden a su condición femenina.
Para garantizar de manera
eficaz los derechos humanos de las mujeres es preciso, en primer lugar, una
comprensión exhaustiva de las estructuras sociales y las relaciones de poder
que condicionan no sólo las leyes y las políticas, sino también la economía, la
dinámica social y la vida familiar y comunitaria.
Es preciso desactivar los
nocivos estereotipos de género, de modo que a las mujeres no se les
perciba según las pautas de lo que “deberían” hacer, sino que se les considere
por lo que son: personas singulares, con sus propios deseos y necesidades.
El marco internacional
La discriminación por motivo
de sexo está prohibida en casi todos los tratados de derechos humanos, lo que
abarca también el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que
en virtud del artículo 3, común a ambos, aseguran a los hombres y a las mujeres
igual título a gozar de todos los derechos enunciados en esos documentos.
Además, hay tratados y
órganos de expertos dedicados específicamente a hacer realidad los derechos
humanos de las mujeres:
En esta Convención, que está
considerada como la carta internacional de derechos de las mujeres, se define
qué es la discriminación contra la mujer y se establece un programa de acción
nacional para ponerle fin. La Convención fue aprobada por las Naciones Unidas
en 1979 y entró en vigor el 3 de septiembre de 1981.
El Comité para
la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
La supervisión de la Convención está a
cargo del Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, un grupo de 23 expertos
independientes en los derechos de las mujeres procedentes de diferentes Estados
que han ratificado la Convención. Los países que son partes en la Convención
deben presentar cada cuatro años informes detallados sobre el cumplimiento de
sus cláusulas. El Comité (un órgano creado en virtud del tratado) examina esos
informes y puede también aceptar denuncias sobre violaciones e investigar las
situaciones de vulneración grave o sistemática de los derechos de las mujeres.
La Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer
En 1994 las Naciones Unidas decidieron
nombrar a un Relator Especial –un experto independiente- que indagara sobre las
causas y consecuencias de la violencia contra las mujeres. El Relator Especial
investiga y supervisa la violencia contra las mujeres y recomienda y promueve
soluciones para su erradicación.
En 2010 el Consejo de Derechos Humanos
creó un Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer
en la legislación y en la práctica, a fin de promover la eliminación de las
leyes que discriminan directamente a las mujeres y/o tienen un efecto
discriminatorio sobre ellas.
Es importante estar actualizada en las normas tanto nacional como internacional de los derechos de las mujeres,género y demás como herramientas fundamentales a la equidad del género
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